MARKETING

El exito depende de la disciplina

Desde que se comienza con la idea hasta que se alcanza a ser empresario la buena conducta debe ser parte de cada paso a dar

A la hora de pensar en un proyecto, ya sea para generar dinero o como un forma de esparcimiento, es fundamental incluir el término disciplina para fomentar el éxito. La palabra disciplina, que proviene del latín, se constituye en “la aceptación voluntaria y consciente de las reglamentaciones, procedimientos, órdenes e instrucciones que rigen las actividades desde una organización”, afirman las teorías psicológicas.
Según la psicóloga Laura López, en el orden administrativo, la disciplina se da como una acción o un valor fundamental gracias al cual se hace posible el cumplimiento de las normas vigentes y el futuro desarrollo de las metas propuestas. Con la disciplina, los esfuerzos individuales se encausan mejor, razón por la cual, la cooperación y el trabajo en equipo rinden más, desembocando ello en una mejor producción.
Las instituciones que forman emprendedores suelen difundir estrategias que introducen el término disciplina y lo ponen en práctica. No se trata sólo de una simple palabra, sino de una acción imprescindible a la hora de querer alcanzar el éxito. Acompañado a ésta, también estarán la confianza en el proyecto, conocimiento de las metas a alcanzar, herramientas que permitan el desarrollo y finalmente la base económica que lo sustente.
Emprendedores como Sergio Méndez, quien logró abrir su propio local de artesanías, considera que la disciplina y la entrega total a un negocio, eso que muchos llaman perseverancia, ha sido una clave fundamental para la triunfo.
La licenciada López aseguró: “Mucha gente habla de la importancia del liderazgo en la dirección y le atribuyen un poder sobrenatural a esta cualidad, pero no tienen en cuenta que el liderazgo por sí solo no basta.” E hizo hincapié en que era igual ser parte del grupo directivo o del área de empleados a la hora de asumir responsabilidades

Según Martín Stuart, licenciado en Marketing y docente en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) dijo:“no existe una fórmula mágica que pueda decirle a las personas en qué momento deben ser disciplinadas. Tampoco a los empresarios.” Y aclaró que en términos generales había que ser disciplinado siempre. No obstante, existían algunos pasos del proceso administrativo donde la disciplina debía ser protagonista.

El licenciado Stuart detalló dos premisas indispensables para un emprendedor: la primera es ponerse objetivos y ser responsable. La segunda ser conciente del camino que se va a tener que recorrer y tener en claro los obstáculos posibles que podrán atravesar.

Problemas en conjunto
Al trabajar con otras personas tarde o temprano habrá conflictos. Esto no significa que sea malo, sino que se trata de diferentes visiones de un mismo tema. Según la socióloga de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Graciela Grosso, dijo que la razón por la que se le temía al conflicto tenia que ver los aspectos emocionales. Y agregó: “los conflictos no administrados pueden llevar a malos sentimientos e incluso violencia. La clave para solucionarlo de manera efectiva es aprender las habilidades necesarias para convertirse en alguien bueno en la resolución de conflictos.”
Grosso consideró que las áreas más problemáticas eran: las relaciones interpersonales, las reuniones y las negociaciones.
A la hora de encontrar una solución la socióloga afirmó: “Siento, pienso, quiero. Esto comunica que no estás de acuerdo pero que valoras su opinión, y que quieres intercambiar ideas con comodidad, no como un concurso de superioridad.” Convertirse en un buen solucionador de conflictos requiere de mucha práctica. Sólo queda por recordar que la meta es alcanzar un compromiso con la que ambos puedan vivir y con el que puedan ser felices. En otras palabras, encontrar una manera en la que ambos se sientan ganadores.